29 de noviembre de 2025-Sábado de la 34ª semana del tiempo ordinario
Dan 7,15-27; Lc 21,34-36
Homilía
El acontecimiento más trascendental de la historia de la humanidad es el que celebraremos al final del Adviento, que comienza mañana: el momento en que Dios asumió una de sus criaturas haciéndose hombre. Cuando Dios se manifestó como hombre en Jesús de Nazaret, toda la humanidad fue asumida. Fue en el corazón de la humanidad donde se depositó una semilla de vida divina. El "hijo del hombre" al que se refiere el texto evangélico que acabamos de escuchar no es sólo el Mesías, el niño nacido de María, sino todo ser humano, toda persona humana, la humanidad misma.