Homilías de Dom Armand Veilleux en español.

27 August 2024: Tuesday of the 21st week

Thess. 2:1...17; Matt. 23:23-26

Homily

Today's Gospel is a continuation of yesterday's Gospel. It is a long list of ‘curses’ that Jesus hurls at the Pharisees. The authors of our liturgical lectionary no doubt felt that it would have been a bit too cumbersome to read these ‘curses’ all at once, even if it wouldn't have been such a long read. What Jesus was criticising above all of the scribes and Pharisees in the first part was their hypocrisy. In the text we have just read, He continues on the same theme, and even more explicitly. He mentions two more concrete forms of hypocrisy.

24 de agosto de 2024, Fiesta de San Bartolomé

Apocalipsis 21, 9b-14; Juan 1, 45-51

Homilía         

          Había varios círculos concéntricos de fieles en torno a Jesús. En primer lugar, estaba la multitud a la que Jesús dirigía la mayor parte de sus enseñanzas. Luego hubo un grupo de discípulos, hombres y mujeres, que le siguieron en sus viajes por Galilea y Judea. Entre ellos estaban los Doce, a los que había elegido de manera especial y que iban a ser los cimientos de su Iglesia. Cada uno de estos Doce fue elegido explícitamente, cada uno por su nombre. De algunos de ellos conocemos bastante bien la vida, la actividad apostólica y el martirio. De otros sabemos muy poco. De Bartolomé (Bar Tolomeos, es decir, el hijo de Tolomeo), al que celebramos hoy, sabemos poco. Sin embargo, según la tradición, Bartolomé es la misma persona que este Natanael del que habla el Evangelio que acabamos de escuchar.

20 de agosto de 2024, Fiesta de San Bernardo

Sab 7,7-10.15-16; Fil 3,17 - 4,1; Io 17,20-26

Homilía

           Desde hace más de un siglo, celebramos a San Bernardo como Doctor de la Iglesia. Pero si Bernardo es importante para nosotros, los monjes, es sobre todo como monje y abad. Lo que esperamos de él no es la respuesta de un gran maestro a nuestros problemas, sino las preguntas y los retos que plantea un gran maestro espiritual, que fue ante todo un monje, y que lo siguió siendo a través de todas las vicisitudes de su vida.

23 de agosto de 2024 - Viernes de la vigésima semana del tiempo ordinario

Ez 37, 1-14; Mt 22, 34-40

Homilía

En la mayoría de las sociedades que aún no han sido demasiado influenciadas por la cultura occidental moderna, la solidaridad del clan o de la familia extensa es una dimensión extremadamente importante de la estructura social. De hecho, esta solidaridad es esencial para su supervivencia. Las condiciones de vida pueden ser muy sencillas y frugales; puede que la gente no tenga todos nuestros lujos y artilugios, pero a nadie le falta lo esencial. Cuando una mujer queda viuda y los niños huérfanos, son atendidos por la familia extensa, a través de toda una red de relaciones. Del mismo modo, los forasteros tienen un derecho divino a la hospitalidad.

18 de agosto de 2024 - 20º domingo ordinario “B”

Prov. 9, 1-6; Ef. 5, 15-20; Juan 6, 51-58

Homilía

Una de las diferencias entre un banquete y una comida ordinaria es que a un banquete se suele invitar. Normalmente, una persona no va a un banquete sin haber recibido una invitación, y responde a la invitación, aunque no pueda ir. En los Evangelios de los tres últimos domingos, hemos escuchado a Jesús invitándonos a un banquete que ha preparado para nosotros. Hoy, en la primera lectura, escuchamos la invitación de la Sabiduría a venir a un banquete que también ha preparado para nosotros.

20 de agosto de 2024, Fiesta de San Bernardo

Sab 7,7-10.15-16; Fil 3,17 - 4,1; Io 17,20-26

Homilía

           Desde hace más de un siglo, celebramos a San Bernardo como Doctor de la Iglesia. Pero si Bernardo es importante para nosotros, los monjes, es sobre todo como monje y abad. Lo que esperamos de él no es la respuesta de un gran maestro a nuestros problemas, sino las preguntas y los retos que plantea un gran maestro espiritual, que fue ante todo un monje, y que lo siguió siendo a través de todas las vicisitudes de su vida.

25 de agosto de 2024 -- 21º domingo "B”

Jos 24:1-2a.15-17.18b; Ef 5:21-32; Jn 6:60-69

Homilía

            Durante los últimos cuatro domingos hemos leído en el Evangelio el largo discurso sobre el pan de vida, que se encuentra en el capítulo 6 del Evangelio de Juan, donde Jesús se declara a sí mismo como el pan vivo dado al mundo por su Padre, y donde pide una fe total en su persona y su mensaje. El epílogo de este discurso, que leemos hoy (antes de retomar la lectura del Evangelio de Marcos el próximo domingo), fue un punto de inflexión de gran importancia en el ministerio de Jesús y, sobre todo, en su relación con la multitud de discípulos que le seguían y, en particular, con los doce Apóstoles.