23 de septiembre de 2024 - Lunes de la 25ª semana

Prov 3, 27-34 ; Luca 8, 16-18

Homilía

          Tras la parábola de la semilla que cayó en tierra de diversas calidades, y la explicación de esta parábola, Lucas añade aquí, uno se atrevería a decir que un poco revueltos, varios dichos de Jesús que se encuentran en otras partes del Evangelio de Mateo. Debo confesar que me he rascado un poco la cabeza mientras intentaba averiguar cómo podía comentar este texto. Y finalmente dos palabras me saltaron a la vista, hacia el final de este breve texto. La palabra "por lo tanto" y la palabra "escucha"... "Así que ten cuidado con lo que escuchas". Este "por tanto" indica que las siguientes palabras serán la conclusión de todo lo que ha pasado antes, no sólo las pocas líneas que forman la lectura del Evangelio de hoy, sino toda la parábola y su explicación. La conclusión es que debemos ser conscientes de cómo recibimos la Palabra de Dios.

          Cada día escuchamos muchas partes de la Escritura en el Oficio Divino, así como durante la celebración de la Eucaristía y en nuestra lectura personal de la Escritura. Tampoco debemos olvidar todo lo que Dios nos dice a través de las personas que nos rodean, los acontecimientos de nuestra vida personal y comunitaria, los acontecimientos del mundo y de la Iglesia; y lo que nos dice en nuestro corazón.

          Y, al final, lo que está en juego es nuestro corazón. ¿Se trata de un terreno rocoso, un campo cubierto de zarzas o una buena tierra? Dejémonos interpelar a lo largo de este día por esta Palabra de Jesús, tal como nos la relata Lucas: "Tened cuidado con lo que escucháis".

         El Papa Cornelio, a quien celebramos hoy, murió en el exilio por su firme decisión de abrir el camino de la reconciliación a quienes, por debilidad, habían apostatado durante las persecuciones. Cipriano supo caminar por una fina línea entre el desacuerdo de principio con el papa Esteban sobre la validez del bautismo conferido por herejes y su plena comunión con el mismo papa, y confirmó la solidez de su fe muriendo mártir.

         Y no olvidemos que hoy también recordamos a San Pío de Pietrelcina, más conocido como Padre Pío.

Armand Veilleux