Homilías de Dom Armand Veilleux en español.

18 de julio de 2021 - 16º domingo "B

Jer 23:1-6; Ef 2:13-18; Marcos 6:30-34

Homilía

            En el Antiguo Testamento, tres figuras desempeñan papeles importantes y complementarios en el pueblo de Israel: el rey, que ostenta la autoridad política; el sacerdote, que realiza los rituales religiosos; y el profeta, que, a menudo con riesgo de su vida, recuerda tanto al rey como al sacerdote y a todo el pueblo sus deberes y pecados y lo que Dios espera de ellos. 

17 de julio de 2021 - sábado de la 15ª semana del tiempo ordinario

Ex 12:37-42; Mt 12:14-21

Homilía

          En estos tiempos de "globalización" y "mundialización" -de una cierta globalización toda ella dominada por la economía- la brecha entre las naciones ricas y las pobres es cada vez mayor, al igual que la brecha entre ricos y pobres dentro de cada país.

14 de julio de 2021 - Miércoles de la 15ª semana impar

Ex 3:1-6. 9-12; Mt 11:25-27

HOMILÍA

El Evangelio que acabamos de leer (y que forma un todo con el que leeremos mañana) incluye algunos puntos de contacto con el Magnificat de la Virgen María, que son muy interesantes y sumamente reveladores.

16 de julio de 2021 - Viernes de la 15ª semana del año impar

Ex 11:10-12, 14; Mt 12:1-8

Homilía

          Leemos la Escritura a la luz de la interpretación que le ha dado toda la tradición cristiana que nos ha precedido, y esto es normal.  Sin embargo, a veces es útil acercarse a un texto evangélico sin referencia a lecturas e interpretaciones anteriores, tratando de preguntarse qué pudo significar el texto para quienes lo leyeron primero, en la primera generación cristiana.  Es un ejercicio que vale la pena hacer para el Evangelio de hoy.

13 de julio de 2021, martes de la 15ª semana del año impar

Ex 2,1-15; Mt 11,20-24

H o m e l i a

Los textos de esta Eucaristía nos hablan de la debilidad y del poder, de la debilidad humana y del poder de Dios.  En la primera lectura, del Libro del Éxodo, vemos la debilidad del pueblo judío dentro del imperio egipcio, en particular la debilidad de Moisés como bebé en una cesta sobre las aguas del Nilo, y el poder con el que Dios liberará a su pueblo de Egipto a través del ministerio de Moisés.

15 de julio de 2021 - Jueves de la 15ª semana impar

Ex 3:13-20; Mateo 11:28-30

Homilía

Seguimos leyendo el capítulo 11 de Mateo, donde éste ha reagrupado varios dichos breves de Jesús.  Algunas de estas palabras han sido colocadas en otros lugares por los otros evangelistas; y otras, como la que acabamos de leer, son exclusivas de Mateo.  Sería inútil tratar de encontrar la situación precisa en la que estas palabras fueron pronunciadas por Jesús.  Son pequeños textos o relatos aislados que circularon en la Iglesia primitiva antes de ser agrupados en nuestros Evangelios.  Tienen valor y fuerza en sí mismos, independientemente de cualquier contexto.

          En el breve texto de hoy, Jesús contrasta su Ley del amor con el pesado y severo legalismo de los fariseos y los doctores de la Ley.  No es raro escuchar este texto interpretado de forma espiritual, incluso sentimental, instándonos a refugiarnos en el Señor cada vez que nos sintamos un poco decaídos, agobiados o que nuestros hermanos o hermanas no sean amables con nosotros.  Por supuesto, no hay nada malo en hacerlo. Pero el significado original de las palabras de Jesús es un poco diferente.

El "yugo" era una expresión tradicional en el Antiguo Testamento para denotar la Ley.   Cuando Jesús dice "Venid a mí todos los que estáis agobiados" se dirige a los que están oprimidos por las interpretaciones de la Ley impuestas por los escribas y fariseos.  Recordemos su invectiva: "Ay de vosotros, los abogados, porque cargáis a la gente con cargas imposibles de soportar y vosotros mismos no tocáis estas cargas con uno de vuestros dedos."  A los que están así oprimidos, les promete en primer lugar el descanso de sus almas.

          Les invita a tomar su ley ("tomad mi yugo"), su ley de amor, y a convertirse en sus discípulos ("sed mis seguidores"), porque Él es manso y humilde de corazón.  Luego repite que los que toman este yugo sobre sí mismos encontrarán descanso.  ¿Por qué? - Porque este yugo, o ley, es fácil y la carga que pone sobre los hombros de sus discípulos es ligera.

          Así pues, no veamos en la Ley del Evangelio, ni en las leyes de la Iglesia, ni en los reglamentos de nuestra vida monástica, pesadas cargas que debemos llevar por la ascesis para ganar méritos, sino expresiones concretas de una ley de amor que debe liberarnos y permitirnos correr con un corazón libre y dilatado, como dice San Benito, por los caminos del Evangelio. 

 

12 de julio de 2021 - Lunes de la 15ª semana

Ex 1:8-14.22; Mt 10:34--11:1

Homilía

           Este Evangelio es un poco desconcertante, como suele serlo el Evangelio.  La última parte, sobre la acogida del otro, y especialmente la acogida del mensajero de Cristo, es tranquilizadora y fácil de entender.  Sin embargo, la parte central del texto, que dice "Quien ama a su padre o a su madre más que a mí no es digno de mí" es más difícil de entender.  Es como si hubiera una competencia entre los dos amores.  Esto no concuerda con la imagen de Dios que suele darnos Jesús.