25 de agosto de 2022 - Jueves de la 21ª semana par
1 Cor 1:1-9; Mat 24:42-51
Homilía
Como primera lectura de la Misa, comenzamos hoy con la Primera Carta de Pablo a los Corintios, que nos acompañará ahora durante varias semanas. De esta carta aprendemos mucho sobre la inculturación del Evangelio en el mundo gentil durante la primera generación de la Iglesia. Corinto era un importante puerto marítimo, una gran ciudad cosmopolita, de lengua y cultura griegas, donde se enfrentaban las más diversas corrientes de pensamiento y religión, con una moral a veces bastante relajada. Para los primeros Cristianos de Corinto, pertenecientes a las clases bajas de la población, vivir el Evangelio en este contexto les llevó a encontrar situaciones difíciles y a enfrentarse a muchos interrogantes. Pablo abordó estas situaciones en las diversas cartas que escribió a los corintios, de las que se conservan dos. (Había escrito al menos otra antes de estas dos.) Las pocas líneas del texto de hoy son simplemente el saludo, del tipo con el que Pablo suele comenzar estas Cartas: da gracias a Dios por su fe y perseverancia.