4 de febrero de 2023 - Sábado de la 4ª semana ordinaria
Heb 13, 15-17.20-21; Marcos 6:30-34
Homilía
En la lectura del Evangelio de hace dos días, Jesús envió a sus discípulos de dos en dos. Les había dado autoridad sobre los espíritus impuros, es decir, el poder de curar. No les había dado la orden de enseñar. Recuerde que esto fue al principio de la vida pública de Jesús y que apenas había empezado a formar a sus discípulos. Pero hicieron mucho más de lo que Jesús les había pedido. No sólo enseñaban sino que curaban ungiendo con aceite e imponiendo las manos. Estos símbolos de la realeza davídica suscitaron evidentemente las esperanzas del pueblo de una restauración nacional, con la llegada de un mesías-rey.