8 de mayo de 2022 - 4º domingo de Pascua "C
Hechos 13:14...52; Ap 7:9...17; Jn 10:27-30
Homilía
El pueblo de Israel había pasado de ser una pequeña tribu nómada a un pueblo sedentario. En esta cultura sedentaria, era muy importante el papel del pastor para proteger a su rebaño del ataque de las fieras y guiarlo en busca de comida y agua. Así, los profetas del Antiguo Testamento utilizaron a menudo esta imagen del "pastor" para describir el cuidado de Dios por su pueblo. En el breve pasaje del Evangelio que acabamos de leer, la frase principal, la que da la clave para entender todo lo anterior, es la última: El Padre y yo somos UNO, dice Jesús. Él es el verdadero pastor.