Homilías de Dom Armand Veilleux en español.

2 de febrero de 2022 - Presentación del Señor en el Templo

Mal 3:1-4; Heb 2:14-18; Lc 2:22-40

 

H o m e l i a

 

            En nuestras celebraciones litúrgicas, a lo largo del tiempo de Navidad, hemos celebrado el misterio de la Encarnación, es decir, el hecho de que Dios haya querido hacerse uno de nosotros.  A lo largo del resto del año litúrgico celebramos el mismo misterio de diferentes maneras.  Hoy, en la fiesta de la Presentación de Jesús en el Templo, celebramos la Encarnación como un encuentro: el encuentro de Dios con la humanidad, expresado simbólicamente en la reunión en el Templo el cuadragésimo día después del nacimiento de Jesús.  En el Rito de la Luz, que precedió a nuestra celebración eucarística, celebramos este mismo misterio de la Encarnación de Dios como la venida de la Luz a nuestra oscuridad. 

30 de enero de 2022 - 4º domingo "C

Jer 1:4...19; 1 Cor 12:31-13:13; Lc 4:21-30

Homilía

            Este Evangelio es la continuación del del domingo pasado.  En la sinagoga de Nazaret, Jesús había leído el texto del profeta Isaías: "El Espíritu del Señor está sobre mí... me ha enviado a traer la Buena Noticia...", pero omitiendo la mención de la venganza divina que el Mesías iba a ejercer contra los paganos y todos los enemigos de Israel según esta profecía.  Concluyó: "Hoy se cumple esta palabra de la Escritura", declarando ser el Mesías, pero un Mesías diferente al que esperaba el pueblo.    

25 de enero - Fiesta de la Conversión de S. Pablo

Is 49, 1-6; Mc 16, 15-18

Homilía

Hoy es el último día de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, ya que celebramos la fiesta de la Conversión de san Pablo.

27 de enero de 2022, jueves, 3ª semana del tiempo ordinario

2Sam 7:18-19, 24-29; Mc 4:21-25

Homilía

          La primera lectura de la misa de esta semana en el leccionario ferial es del segundo libro de Samuel. Hace unos días se contó la historia de David, que, en su generosidad, quiso construir una casa para Dios, considerando que la Tienda que el pueblo de Israel había llevado al desierto durante su éxodo no era digna de Dios.  En la lectura que hubiéramos leído ayer, si no hubiéramos tenido la celebración de los Fundadores de Citeaux, y si hubiéramos utilizado el leccionario ferial, Dios envió al profeta Natán para decirle a David que no necesitaba una casa. Es ÉL, Dios, quien construirá a David una casa.

23 de enero de 2022 - 3er domingo "C

Ne 8:1...10; 1 Cor 12:12-30; Lc 1:1-4; 4:14-21

Homilía

            Cuando Jesús lee el pasaje mesiánico de Isaías, trunca deliberadamente la profecía que terminaba así: "El Espíritu del Señor me ha enviado... a proclamar un año de bendiciones del Señor, un día de venganza de nuestro Dios." Así, Jesús suprimió deliberadamente del texto de Isaías esta mención de la venganza divina, que ciertamente esperaban sus oyentes de la sinagoga de Nazaret.  Deberíamos recordarlo cada vez que, en nuestras relaciones entre individuos, iglesias o pueblos, pretendamos tener derecho a ejercer la venganza divina, una pretensión que está en la raíz de todo fanatismo religioso.

26 de enero de 2022 - Solemnidad de los Santos Fundadores del Cister

Si 44, 1.10-15; Heb 11, 1-2. 8-13a; Marcos 10, 24b-30

Homilía

          Las comunidades pertenecientes a la Orden del Císter celebran hoy la Solemnidad de los tres Fundadores del Cister - y por tanto de la Orden del Císter.         

22 de enero de 2022 -- Sábado de la 2ª Semana "B"

2 Samuel 1,1-4. 11-12. 17. 19. 23-27; Mc 3,20-21

Homilía

          Este brevísimo Evangelio no es ciertamente fácil de entender ni de comentar.  Hay que recordar que, después de su Bautismo, en Judea, y de su ayuno de 40 días, Jesús decidió volver a Galilea, donde había crecido y donde había vivido con su familia hasta entonces.  Los comienzos de su ministerio allí fueron bastante exitosos. Por supuesto, todo el mundo le conocía en Nazaret; y cuando empezó a predicar en la Sinagoga, la gente decía: "¿No es éste el carpintero, el hijo de José?" También en Cafarnaüm acudían multitudes a escucharle y traían a sus enfermos, a los que curaba. Las multitudes de gente corriente y sencilla, le seguían.  Pero los escribas y los fariseos ya habían empezado a expresar sus críticas. Ahora es su propia familia la que dice: "¡Ya basta!".