Homilías de Dom Armand Veilleux en español.

13 de mayo de 2025 - Martes de la 4ª semana de Pascua

Hechos 11, 19-26; Juan 10, 22-30

Homilía

          El Evangelio de hoy, como el de ayer y el del domingo, habla siempre del Buen Pastor. Evidentemente, esta imagen decía mucho a la gente de Galilea y Judea a la que Jesús se dirigía.    

8 de abril de 2025 -- Jueves de la 3ª semana de Pascua

Hch 8,25-40; Jn 6,44-51

Homilía

          Continuamos nuestra lectura del capítulo 6 de San Juan. En las secciones que hemos leído en los últimos días, Jesús nos ha vuelto a decir que Él es el Pan de Vida, y que todo el que acuda a Él con fe tendrá la vida eterna. Hoy establece el vínculo entre la fe y el sacramento de la Eucaristía. El pan que dará a los que acudan a Él es su carne, ya entregada para la vida del mundo. En estas pocas palabras se establece el vínculo no sólo entre la fe y el gesto sacramental, sino también entre la fe, el sacramento y el acontecimiento de la Cruz.

5 de mayo de 2025 -- Lunes de la 3ª semana de Pascua

Hechos 6:8-15; Juan 6:22-29

Homilía

           A lo largo de la semana que comienza, la primera lectura de la Misa nos introducirá en los inicios de la evangelización, con la muerte del primer mártir, Esteban, la persecución que se desató entonces contra la Iglesia en Jerusalén y Judea y, al mismo tiempo, la extensión de la predicación a los gentiles.

7 de mayo de 2025 -- Miércoles de la 3ª semana de Pascua

Hechos 8:1-8; Juan 6:35-40

Homilía

          En esta breve sección del gran discurso sobre el Pan de Vida, Jesús afirma dos cosas: La primera es que él mismo es el pan de vida, y que quien acuda a él por la fe -quien crea en él- ya no tendrá hambre ni sed. Jesús sacia todas nuestras hambres y sed, tanto espirituales como físicas.

4 de mayo de 2025 - Tercer domingo de Pascua "C

Hechos 5, 27-32. 40,41; Apocalipsis 5, 11-.14; Juan 21, 1-19

Homilía

          Desde Pascua, el leccionario litúrgico, para la primera lectura de la misa, se inspira abundantemente en los primeros capítulos de los Hechos de los Apóstoles, que describen la experiencia de los Apóstoles y de la primera comunidad cristiana de Jerusalén, inmediatamente después de la muerte y resurrección de Jesús, y sobre todo después de Pentecostés. Los Apóstoles, que eran tan pusilánimes en el momento de la Pasión, están ahora llenos del Espíritu Santo y hablan pública y poderosamente en nombre de Jesús, y realizan milagros en su nombre. Cuando se les prohíbe hacerlo, simplemente responden que deben obedecer a Dios antes que a los hombres.

6 de mayo de 2025 -- Martes de la 3ª semana de Pascua

Hechos 7:51-8:1a; Juan 6:30-35

Homilía

          La primera lectura de los Hechos de los Apóstoles sigue describiendo los comienzos de la Iglesia en Jerusalén. Ayer vimos cómo el diácono Esteban, lleno de la gracia y el poder de Dios, realizaba signos y prodigios, y cómo sus adversarios no eran rivales para la sabiduría divina de la que estaba lleno. Hoy tenemos la descripción de su violenta muerte. Esteban no es sólo el primer mártir de la historia de la Iglesia, sino el modelo por excelencia de constancia y fortaleza en el testimonio supremo hasta la muerte. Entregó su alma a Jesús igual que Jesús había entregado su espíritu al Padre y, en este movimiento supremo de entrega, se le abrieron los ojos e incluso antes de entregar su alma vio la gloria de Dios.

11 de mayo de 2025 - 4º domingo de Pascua “C”

Hechos 13:14...52; Ap 7:9...17; Jn 10:27-30

Homilía

            El pueblo de Israel había pasado de ser una pequeña tribu nómada a un pueblo sedentario. En esta cultura sedentaria, era muy importante el papel del pastor para proteger a su rebaño del ataque de las fieras y guiarlo en busca de comida y agua. Así, los profetas del Antiguo Testamento utilizaron a menudo esta imagen del "pastor" para describir el cuidado de Dios por su pueblo. En el breve pasaje del Evangelio que acabamos de leer, la frase principal, la que da la clave para entender todo lo anterior, es la última: El Padre y yo somos UNO, dice Jesús. Él es el verdadero pastor.