19 de junio de 2021 - Sábado de la 11ª semana ordinaria
2 Cor 12:1-10; Mateo 6:24-34
Homilía
Jesús nos compara con las aves del cielo y las flores del campo. Sin duda, tenemos mucho en común con ellos. Pertenecemos al mismo mundo biológico o animal. Pero hay algo que los pájaros y las flores no tienen y que nosotros sí: nuestra capacidad de expresar nuestras necesidades con palabras. Cuando una necesidad se expresa con palabras, ya no es sólo una necesidad. Se ha convertido en un deseo, una petición, una súplica, algo que establece la presencia, la relación y, en última instancia, el amor. Cuando yo, como ser humano, expreso un deseo a alguien, no estoy simplemente pidiendo algo; estoy pidiendo algo a alguien. Le pido a alguien que satisfaga mi necesidad. Le pido que me ame lo suficiente como para demostrarme afecto satisfaciendo mi necesidad.